CANDILEJA
Mártir de la violencia, la
Candileja es el espectro de una mujer asesinada en el Valle de las Tristezas.
Dicen que fue quemada viva con los hijos dentro de su casa. Desde entonces,
convertida en fuego, frecuenta los lugares en ruinas, las crecientes de los
ríos y los caminos solitarios.
Aparece en el alba, cuando aún
el gallo no ha cantado, y como un meteoro se estrella con los cercos; se agita
en el copo de los árboles o se echa a rodar por los pastos.
Amiga de los cocuyos, la
Candileja en los días de viento quisiera ser coro de enredadera o canto de
arrendajo en la montaña. Zarza ungida de violencia, aunque la Candileja nunca
se apacigua en su dolor ígneo, algunas noches en que los ríos están apacibles y
cubiertos de cámbulos, ella quisiera detenerse y tomar agua y tal vez bañarse
en la sombra para quitarse tanto ardor y despojarse de toda la ceniza.
Reina salvaje coronada de
rescoldos que se avivan con la memoria, la Candileja, sin embargo; espanta a
los caballos y los jinetes que se aventuran en la noche.
Inicia las quemas de los
bosques: Grandes incendios, grandes sequías, precipita su presencia de llama en
los tiempos en que se aviva su dolor. Por eso los hombres le temen. Saben que
ni los rezos ni las bendiciones ahuyentan su furia.
La
sirena del Río Guatapurí
Ella, una mujer hermosa, joven
y bastante rebelde, decidió desafiar a sus padres, quienes no le dieron el
permiso para ir a nadar al río Guatapurí. ¿La razón? Era jueves santo y según
las creencias nunca se debe estar en ese lugar en Semana Santa.
Sin dudarlo, se fue a
escondidas. Allí se lanzó al río desde una gran roca. Después de hacerlo empezó
a sentir sus piernas pesadas, y aún con esta dificultad logró llegar a la
orilla. Allí se llevó una gran sorpresa, sus piernas ahora eran una cola de
pez. No era la joven de antes, ahora ella era una sirena.
En el pueblo todos la buscaron,
pero nadie la halló. El viernes santo, quienes la buscaban la vieron sentada en
la roca de la que se había lanzado el día anterior. Ella se limitó a decir
adiós con la cola y de nuevo regresó al agua.
El
Chutun
Ataca a los niños, que van a
coger cherces (uvas silvestres) en el municipio de Túquerres (Nariño).
El Chutun es conocido como el
hijo del diablo y la bruja de Sapuyes, es enano, tiene cabello rubio y ojos
azules, su cara es igual a la de niño, pero sus pies no son como los de un
hombre, tiene patas de gallo. El Chutun aparece cuando hay cosecha de cherches,
su objetivo es cuidarla.
El que sea hechizado por este
gnomo, sufre de alucinaciones, se pone débil y se siente embobado. Este hechizo
es curado solo por curanderos, por medio de exorcismos y bebedizos. Los médicos
nada pueden hacer contra este mal.
La
Piedra de los Matrimonios
Era una pareja joven de
enamorados que estaba dispuesta a casarse y tener hijos, pero sus padres se
interponían.
Los animales también son
víctima de este espanto, que grita tan fuerte que los hace confundir al gritón
con el arriero que los guíaLos jóvenes decidieron escaparse.
Caminaron sin descanso hasta
que llegó la noche y se refugiaron cerca a un camino conocido hoy como como el
páramo de Bordoncillo.
A media noche mientras dormían
escucharon una campanita, se despertaron y fueron a ver qué era. Había una
capilla iluminada y abierta, ellos entraron. Allí había un sacerdote, así que
decidieron casarse y refugiarse en la iglesia, pero al siguiente día quedaron
convertidos en piedras.
Desde aquél día, a la salida de
la iglesia, se ve a los novios y a un sacerdote convertidos en piedras. Y a
este lugar llegan cientos de parejas que prenden velas rojas para pedir
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